martes, 25 de noviembre de 2014

Ana Teresa Cifuentes.La perfecta ama de casa

                                          
Ana Teresa Cifuentes
 La perfecta ama de casa

¿Recuerdan a esta mujer entrañable que nos acompañó en la Televisión Venezolana un largo trecho de nuestras vida,?  Los medios de comunicación venezolanos (escritos) fueron sumamente mezquinos con Ana Teresa y no le dedicaron (en Internet) ni una pequeña línea, claro habia "cosas políticas" (igualitas que todos los días) seguramente mas importantes.A partir de Luisa Cáceres de Arismendi se podría desplegar en una iconografía donde cabrían todas las mujeres de nuestra memoria pública, desde Manuela Sáenz hasta Cecilia
Pimentel, desde Teresa de la Parra hasta Virginia Betancourt, pasando por Conny Méndez, Susana Duijm, Ana Teresa Cifuentes, Argelia Laya y Flor Isava.

Tuvimos el gusto de contar en la televisión venezolana con La Perfecta Ama de Casa, Ana Teresa Cifuentes, quien por mas de 25 años nos enseñó el arte del buen comer a dos generaciones, ella, descendiente de una gran cocinera, nunca se imaginó que las circunstancias de la vida la llevarían a hacer el programa que empieza a anunciarse a fines de diciembre de 1953 y en 1954 saldría al aire, con una

joven y guapa Ana Teresa, quien descubrió en “vivo y en directo” que la naturalidad de explicar lo que sabia hacer fue el secreto de la permanencia en pantalla, sin libretos y sin apuntadores, como si estuviera en la cocina de nuestra casa. a televisión venezolana de fines de los años 50 era básicamente de producción nacional. Era la época de los programas en vivo. En ese ámbito empezó a destacar Ana Teresa Cifuentes, que a través de Radio Caracas Televisión se situó como pionera de los programas de cocina. Afable y simpática, se mantuvo durante décadas como una de las favoritas del público.

Nadie como Ana Teresa Cifuentes, para guiarnos por los platos tradicionales de la mesa venezolana. Sus recetas, de fácil elaboración y con los ingredientes de toda despensa eran de una gran ayuda para quienes estábamos comenzando; con ella, en ni niñez, aprendí a hacer panquecas, chantillí, gelatina, quesillo, y más adelante el secreto del asado negro, o que las hallacas daban mucho trabajo, que elaborarlas era todo un arte y que si realmente disfrutábamos haciéndolas era mucho mas placentero llegar a degustarlas en
compañía de la familia y de los amigos.

En los últimos años estuvo retirada, dedicada a su familia,supimos de su lamentable desaparición física debido a una una penosa enfermedad. Hoy la recuerdo como emblema por excelencia de una época hermosa de nuestra televisión. Que descanse en paz. Nos quedan sus libros, convertidos en un tesoro, de “La perfecta Ama de Casa” que hace tiempo.  Gracias Ana Teresa por dejarnos ese maravilloso legado de venezolanidad, humanidad y conocimientos.

0 comentarios :

Publicar un comentario